miércoles, 8 de febrero de 2012

GIJON-PARIS


Amanece en Gijón y….. nubes estratificadas en el horizonte, la bandera de la Escalerona de la playa de de San Lorenzo de Gijón, tiene una agitación epiléptica…pobre Don Pelayo, una cosa es batirse orgulloso al aire, y otra, vivir en constante estado de zozobra. Pero, que le vamos a hacer!, no se puede tener todo: vistas privilegiadas de la ciudad en primera línea de horizonte, y calma chicha en el Muro de San Lorenzo, imposible!.

 Y luego están es@s valientes ciudadan@s gijoneses que no perdonan ni su paseo a ras de Cantábrico ni sus baños vespertinos (que dicen son buenos para algo, pero yo aquí desde mi ventana indiscreta, todavía no me queda muy claro para qué) como se dice por aquí, “ye lo que hay”.

 Cuento: una ola, dos olas, tres olas, cuatro olas, una mini-ola, otra mini-ola….la arena…un charco…más arena….la bandarilla, poco tráfico…..el horizonte….

 …….París, un día de calor del mes de septiembre.

Café de “Los dos Magos”, vacaciones. Mucho tráfico, pero una enorme sensación de tranquilidad.

Un camarero en perfecto francés (claro!, estamos en París, Francia) pregunta qué voy a tomar. Un café, me han dicho que aquí tienen fama.

 Y, al rato, aparece el camarero con una bandeja enorme, tamaño pista de aterrizaje para helicóptero, y ahí, perdida entre el aluminio, un cachito de porcelana blanca…monísima, muy cuca. El café. Cuatro euros y pico. Pero ojo!, no pico de gorrión eh!. Pico de Cigüeña, que por algo es París.

 Pues me lo tomo en un suspiro, literalmente. Le he cogido el paladar, ahora tendré que volver otro día para cogerle el aroma…

Y claro con tanto líquido en el cuerpo, así tan de repente, pues una tiene que ir a conocer la “toilette”. Y vaya toilette!!, una chica majísima perfectamente coordinada: por movimientos y por vestuario, me recibe con una amplia sonrisa y una frase armónica y cantarina…..que no entendí muy bien, pero que oye! entrabas a la toilette con un buen rollo. Al rato, breve…..muy breve.., me dispongo a salir de la “toilette” cuando de repente un gesto tácito, seguro y radical me “acoge” el brazo. La chica con esa sonrisa rítmica y de “buen rollo” me indica una bandejita plateada de anticuario llena de monedas. Pues eso, aquí te cobran por lo que tomas y por lo que reciclas. Total, bébanse el café, pero por dios! Llévenselo consigo.

 Me reubico de nuevo en la estupenda terraza del café, y aparece el típico francés (sí, sí existe el típico francés, vamos pero seguro) alto, esbelto, carismático,..... con pelo (esto del pelo me ha llamado mucho la atención, hay muy pocos franceses calvos y, los pocos que hay, tienen la calva muy hidratada porque les brilla…debe ser la mantequilla), ese efecto de corriente de aire sublime o lo que es lo mismo, se levanta y la ropa tiene ritmo, se sientan y la ropa sigue teniendo ritmo. Algunos franceses no caminan…levitan.

Bueno se sienta y hace un recorrido visual por la terraza, rápido y “grácil” (no se si esta palabra existe, pero aquí viene al diente) y de repente, un destello! Ay madre! ….lleva lucecitas dentro!!!...o eso, o de tanto tomar café en “Los Dos Magos” se le ha “pegao” la porcelana de la tacita a la dentadura y tiene efecto refractario….Y ahí feliz, se queda encantado consigo mismo, degustando la tacita….y no, no va a la “toilette”. Éste se lo lleva todo con él…….

 ………Pobrecito Don Pelayo, ahí sigue con su zozobra.

 Hace frío hoy en Gijón y viento, mucho viento.

 Pero de vez en cuando viajo a recuerdos más cálidos, porque la mente es el mejor medio de trasporte que tenemos.

 Feliz día!! Con zozobra o sin ella.

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