viernes, 25 de marzo de 2011

El mundo laboral, ¿ejemplar?.

“Los mecanismos procedimentales e institucionales no bastan para equilibrar los intereses de cada uno es necesario cierto grado de virtud cívica y de espíritu público. Sin ellos, las democracias son difíciles de gobernar e incluso inestables”. (Javier Gomá.p.137)

Siete y media de la mañana a 110 Km por hora, por la autopista Oviedo-Gijón, un radar, yo, y otros diez coches más, a la velocidad de crucero permitida.

¡Fíjate que civismo me dije!, ¡cómo ha cambiado la cosas en los últimos tiempos, atrás quedaron esos aprendices a Fitipaldi!….pues en éstas iba yo cuando, ZAS!!. Dos obuses en forma de Clio y Audi TT despeinan a mi Jimmy (o sea, a mi coche).

Les sigo en la distancia…..en la muy distancia…y a la altura del puente de Aceralia, reducen, retoman la velocidad de crucero a 110 Km por hora….y, al poco de pasar el puente, ¡ahí van otra vez, cual ráfagas de la Capa de Superman!. Toma civismo!! Me dije.

Para rematar mi paseo autopístico (creo que me acabo de inventar esta palabra), el despistao o la depistá de turno de todas las mañanas, que pasa a 112 Km por hora y la flasean (o sea, le hace una foto el radar) . Como diría un cantante famoso INCREIBLE!!.

Yo a lo mío, porque entre otras cosas, mi coche no da más, y ya tiene una edad…,.

Arribamos a Gijón (mi Jimny y yo). Tardo más en cruzar la ciudad que en hacer Oviedo-Benavente (ya sé que esto es una exageración, pero es que me apetecía el símil, y de paso dar un saludo a la gente de Benavente. Y además, hoy tengo el día caprichoso….!qué le vamos a hacer!).

Aparco mi coche rápidamente. A las 8 de la mañana, sí hay sitio en el centro de la ciudad. Me dirijo a mi oficina.

Da gusto Gijón en primavera, la playa preciosa.

Abro la puerta de mi oficina, ficho en el reloj de marcaje. Me voy a mi habitáculo, enciendo el ordenador. Cojo mi botella de agua y echo una ojeadita al cantábrico, nos damos los buenos días (el Cantábrico y yo,…todo muy visual…).

La sensación: relajada y contenta, ambiente Zen a tope. De repente! una de mis ¿compañeras?, abre la puerta de la oficina coge su tarjeta de marcaje y piiii…, coge otra tarjeta de marcaje y piiiiiiiii… y coge una última tarjeta de marcaje y piiiiiiiii…

Registro tres sonidos piiiiiiii…, pero sólo veo una piiiiii…. Esta es la sintonía en Piii mayor para Ausentes….pura magia!!!.

Esto cuando lo cuentas te dicen:

Es que es lo normal, y tú por qué no haces lo mismo, más tonta eres.”

“Pero y de qué te extrañas, y yo no lo hago porque no puedo.”

“Anda, ahora ésta con qué viene, pues claro eso lo hace todo el mundo.”

“Y mira a ver lo que cuentas…porque al final la mala vas a ser tú”.

“Pero a ver, y ¿a quién le importa esa oficina?, ¡qué más da!”

Pues vale! si es lo normal, si lo hace todo el mundo, !CARAJO!. Quitemos los relojes de marcaje, quitemos las faltas graves por estas cosas de los convenios…pero entonces, ¿qué doble moral tenemos?.

Bueno, como ya no me enfado desde hace unos años, yo a lo mío.

A eso de media mañana me voy a hacer unas gestiones a una Administración pública. Por el camino, tengo la mala suerte de que una gaviota decide que mi chaqueta está demasiado limpia y es demasiado triste, así que me la decora con un blanco en degradé y con efecto chorrera. Pues nada, qué le vamos a hacer, eso en una urbe al uso llena de contaminación seguro que no pasa, son las cosas de trabajar en una ciudad tan chula como Gijón. No se puede tener todo.

Total, me voy al baño del edificio público o Administración ( ¡a ver si todavía la voy a liar!), para el tema de la chaqueta. Allí me encuentro fumando a tres personas. Yo a lo mío, o lo que es lo mismo a enguarrar más la chaqueta, si cabe.

A medio camino, de vuelta a la oficina, me encuentro con el representante de una Asociación que colabora con mi empresa, y me pide le acompañe un momento a su despacho que me tiene que dar unos documentos. Mientras espero se enciende un puro. Se lo fuma cual bubucela arrítmica con arandelitas espirituales que se reparten por el despacho (o lo que es lo mismo, aunque suene menos poético, hace pompas con el humo que me explotan en la cara y encima hay que sonreir…).
Es evidente que tenemos unas leyes, unas normas, que en general respetamos.Pero también existe una tendencia al desacato, a la desobediencia, al “voy a hacerlo ya verás cómo no me pillan”, o “ahora que no miran me salto la norma”. Y en estos devaneos con lo correcto y lo incorrecto, nos jugamos nuestra virtud cívica y nuestro espíritu público se tambalea.

Pero claro, también oímos cosas como:

“Total, por qué voy a cumplir yo si los que lo tienen que hacer no lo hacen. Esos son los que tienen que dar ejemplo, los políticos”.

“Si esto es lo de siempre, siempre pillan a los pringaos, porque el que tiene dinero se salta las normas y ya se lo solucionarán sus abogados. O si no, paga y punto”.

“Qué más da un cigarrín, ¿Qué te vas a chivar tú?.

“etc, etc”.

Y probablemente tenga razón Javier Gomá cuando escribe: “Hubo un momento en que al parecer, escasearon las mores y se fundaron nuevos Estados basados en constituciones y leyes escritas. En cierto sentido, la Ley fue el ardid que encontró la historia para remediar la ausencia de héroes ejemplares y de costumbres civilizadoras”.(p.153)

Quizás seguimos necesitando Héroes ejemplares, personas en las que mirarnos y en las que reconocernos, que reflejen conductas y costumbres, coherencia. Quizás ahora al mirarnos en algunos que se quieren hacer pasar por héroes, no veamos ni el reflejo.

Y, nosotros, tan cotidianos y tan del día a día, engañamos al radar, fumamos en sitios públicos y fichamos un@s por otr@s. Es nuestra forma de rebelarnos o la forma que tienen algunas personas de hacerlo, y ante las que otras reaccionamos, aunque no se nos comprenda ni se nos apoye. De momento.

Quieren que veamos en la corrupción heroicidad, en la mentira orden, en la calumnia solidaridad y en la manipulación libertad de expresión.

O quizás es que los héroes ejemplares están más cerca de lo que pensamos, pero es tal nuestra ofuscación que no los distinguimos……..



jueves, 24 de marzo de 2011

Otro Relato de oficina

Correo electrónico enviado por Cristina a su responsable de recursos humanos.

Solicito utilizar auriculares para poder hablar por teléfono con los clientes y a la vez tomar apuntes de las consultas que me hacen, porque sujetar el teléfono con el hombro supone un riesgo para mi salud.
Ahora, en este momento, tengo un teléfono normal, o sea, de los de toda la vida. Esos que tienen un cable que sujeta los dos cuerpos del teléfono. Total que tengo que sujetar uno de esos cuerpos con mi hombro derecho y a la vez tomar apuntes de quien me está hablando al otro lado del hilo telefónico.
Este sistema me ha producido contracturas en la espalda, en el brazo y en la zona lumbar. Y puedo asegurar que no soy la única en la oficina que está teniendo estos problemas. Con el agravante que no nos podemos permitir un fisio porque son muy caros. Así que vamos tirando como podemos.
Además este sistema de teléfono tradicional, hace que finalmente el cuerpo –del teléfono- que sujeto con el hombro derecho se acabe cayendo. Con lo que al final, oigo una voz en la lejanía, apenas audible y eso entorpece, sobre manera, el correcto desarrollo de mi actividad laboral.”
Os ruego y os suplico que busquéis una solución a este problema, realmente grave.
Muchas gracias y un saludo.”


Correo electrónico del responsable del departamento recursos humanos de Barcelona a Fifí:

“En relación a la solicitud indicada en el correo adjunto . Hemos consultado con el departamento de Prevención y Salud y nos indican que no tiene ningún informe ni reclamación relacionada con algún problema de contracturas en las zonas que señala el correo arriba mencionado. Tampoco nos han llegado noticias del aumento de actividad en vuestra oficina. Si hubiese algún cambio al respecto, que haga justificable el uso de auriculares, os ruego lo hagáis llegar a la oficina central en Barcelona".

 
En la oficina de Galicia hace cuatro años que no hay actividad, en el momento que se solicitan los cascos, las llamadas son del orden de una ó dos al día …!con mucha suerte!.

La respuesta de Fifí es la siguiente:

“Es Cristina quien solicita auriculares, en este momento no está en la oficina. Cuando llegue la pediré que os explique con más detalle su petición.”

Fifí en su línea, nunca se moja, nunca da la cara, siempre hecha balones fuera…Comunicación unidireccional. Alguien le tendría que explicar a esta chica que existe algo que se llama retroalimentación e interactividad.
Y este es el correo donde Cristina detalla sus necesidades:

“Como bien señalas en tu correo, es cierto que no hemos reclamado nunca nada ni existen informes de contracturas. Aunque yo en las revisiones siempre lo he dicho, claro que los informes médicos vosotros no los podéis ver.
La verdad es que soy una persona un poco tímida y no me atreví a trasladarlo antes y porque tampoco quería generar un gasto muy grande a la empresa.
El problema es que con la edad los problemas se agudizan, ¡ya sabes!, y como tengo una espalda complicada fisiológicamente, en parte debido a que hace unos años me caí de un caballo. Pues de aquí surge la petición.
He pensado en los auriculares porque ahora estoy haciendo un curso de “técnicas para hablar en público” a través de un sistema de auriculares y es comodísimo.
Espero vuestras noticias.
Muchas gracias por vuestra atención y dedicación
Y esta es la solución que encuentra el Departamento de Recursos Humanos y que envía a todas las oficinas que tiene, en total diecisiete:

Hemos recibido una petición de auriculares por parte de una de vuestras compañeras. La petición surge porque, por lo visto, el uso de teléfono y ordenador puede llevar a problemas físico-musculares.
Así pues el Departamento de Prevención y el Departamento de Recursos Humanos hemos resuelto que todos y todas aquellos y aquellas que necesitéis auriculares podéis solicitarlos.”

Bien, como conclusión y porque sobran más comentarios, la empresa no solamente le va a comprar unos cascos a una trabajadora que no los necesita, puesto que apenas hay llamadas y porque además esta persona está muy pocas horas en su despacho ya que se ha compinchado con Elena y con Fifí para que fichen por ella .Sino, que además, la empresa se los ofrece a las oficinas que tiene en otras Comunidades Autónomas. ¡INCREIBLE!.



domingo, 20 de marzo de 2011

Migas, Secreto y Espárragos del Jerte

Ahora nos vamos a dar una vuelta gastronómica por Guadalupe, Cáceres, un lugar casi atemporal.

En Guadalupe tienes cultura y gastronomía casi a partes iguales. Merece la pena visitar el Monasterio, yo no me canso. Es increible, que allí en medio de olivos y castaños se pueda encontrar tantísima riqueza.

Tiene un parador nacional, pero lo realmente atrayente es la plaza del pueblo. No ha cambiado en siglos. Para comprobarlo no hay más que coger grabados antiguos y observamos que sólo han cambiado las personas ( y esto es un suponer, porque hay veces que hasta pienso que son las mismas....). Por cierto, el/la extremeña/a es muy agradable y campechano/a.

 
Reconozco que tengo cierta dependencia a sentarme en una de las terrazas de la plaza, no importa la época del año. Un vino de Cañamero o de pitarra, con una morcilla de la puebla y a disfrutar.



Las migas con otro Cañamero, y como ya hemos abierto boca, podemos seguir con unos espáragos del jerte, -impresionantes- y ya para rematar un secreto Ibérico, realmente exquisito.



Bueno, y el cochifrito, que es lechazo frito y cortado en trozos pequeños. Esto es un auténtico manjar






Ya estoy deseando volver....

sábado, 19 de marzo de 2011

La cafetera.....o una teoría de los RRHH.

La cafetera de la oficina de Galicia se estropea y existen dos posibilidades: o se compra una nueva, sobre unos 20 ó 30 euros o se manda a reparar. Estos son los correos,…no tienen desperdicio…:

De Elena a la responsable de recursos humanos en Barcelona:
“Buenos días nos acabamos de quedar sin cafetera….que desastre, se acaba de estropear. Tú dirás si podemos comprar otra?, por Caja? O con presupuestos?, hasta cuánto dinero nos autorizáis?, nos la mandáis de Barcelona?. Esperamos tu respuesta lo antes posible, puesto que aquí tomamos todas varios cafés al día.
Saludos y gracias”

De la responsable de recursos humanos a la responsable de gestión económica:
Te remito el mensaje de la oficina de Galicia para que por favor me digas cómo debo proceder.
Un saludo”

De la responsable de gestión económica a la responsable de recursos humanos.

“Según nuestros datos, la cafetera de Galicia es una “Ambra Due Express” cuyo valor de adquisición fue de 721,21 euros (año 1998), por tanto entiendo que debe existir un Servicio Técnico de Reparaciones que debería valorar la avería (ya sabes, pedido desde aquí, etc.).
En caso de que se confirme que la máquina resulta inutilizable, la alternativa es comprar una cafetera “doméstica”, como tienen en la mayoría de oficinas, y cuyo presupuesto máximo os confirmaremos a lo largo de la mañana una vez hayamos comprobado precios de mercado.
Un saludo”.

Cinco horas después, la responsable de gestión económica vuelve a remitir un correo a la responsable de recursos humanos:

Para el caso de que no se pueda reparar la cafetera: los precios de las cafeteras 10-12 tazas oscilan entre 20 y 75 euros. El presupuesto máximo actual serían 50 euros ya que la última que se compró para la oficina de Extremadura en 2003 fue por 49 euros y los precios se siguen manteniendo en ese orden.
Pueden solicitar tres presupuestos en empresas locales. Que os los remitan, hacéis la selección y posteriormente desde la dirección económica enviamos el pedido al proveedor antes de su entrega y, en su caso, hacemos el pago directo al proveedor o la reposición de caja a la oficina de Galicia, según proceda.
Un saludo.”

Correo de la responsable de recursos humanos a Elena:

“Para tu información y con el fin de que busquéis, en primer lugar el servicio técnico, y si el arreglo es muy caro, tres presupuestos de cafeteras nuevas.
Un saludo”.

Contestación al correo anterior, de Elena a la responsable de recursos humanos.

“Buenos días.
Hemos llamado al Servicio Técnico de UFESA en Pontevedra con el siguiente resultado:
o Hay que llevarla al taller que está en la C/ Batalla de Lepanto en Pontevedra.
o Esto supone pagar 4 taxis (hemos llamado a Radio taxi de Pontevedra, desde la oficina a la c/ Batalla de Lepanto el precio está entre 4 ó 6 euros, depende del horario y semáforos).
o Media hora de trabajo es 8,35 euros (IVA incluido).
o Piezas a parte.
o Ha de estar 2 días en el taller.
o Pago en metálico al ir a buscarla.
Con esta información del Servicio Técnico esperamos tu repuesta al respecto, gracias.”

Respuesta de la responsable de recursos humanos a Elena:

“Por favor, llevad la cafetera al Servicio Técnico y que os presupuesten el arreglo. Cuando sepáis el importe de la reparación me lo hacéis saber para poder decidir y elaborar la Memoria Justificativa de la reparación, si procede.
Por otro lado, es necesario que se informe a la Dirección Económica de lo ocurrido con la otra cafetera, la que figura en sus registros.
Espero, vuestra respuesta, un saludo.”

Correo de Elena al departamento de recursos humanos.

“Teniendo en cuenta todos los “emilios” , solicito Autorización para mañana miércoles 28 de junio poder desplazarme en taxi desde la oficina hasta el Servicio Técnico de UFESA en Pontevedra, a partir de las 10:00 horas pediré un taxi de ida (entre 4 ó 6 euros) y un taxi de vuelta (entre 4 ó 6 euros) para solicitar el Presupuesto de Arreglo, una vez que revisen la cafetera.
En cuanto regrese a la oficina os envío correo al respecto.”

Y esto es el correo que Elena remite a la responsable de recursos humanos:

“Buenos días.
Me llamaron del Servicio Técnico de UFESA, el precio de la reparación es de 27,20 euros. Como sabes la cafetera está allí, tú dirás si la voy a recoger o llamo para que la reparen o lo que sea.”

Respuesta de la Responsable de recursos humanos:

“Que la arreglen.”

Y este es el último que Elena envía al Departamento de Recursos Humanos:

“Buenos días.
Acaban de llamarnos del Servicio Técnico de UFESA, la cafetera ya está reparada. Solicito autorización para mañana día 12 de julio desplazarme a primera hora de la mañana en taxi (taxi de ida y vuelta) para recoger la cafetera. Evidentemente necesito llevar dinero en efectivo, tenemos un saldo en Caja (cerrada a 30/junio/2006) de 34 euros, suficiente, puesto que el coste de la reparación es de 27,20 euros. Os pido autorización para el desplazamiento y para poder incluir el gasto de la reparación en la caja a cerrar el próximo 31/julio/2006.
Espero vuestras indicaciones al respecto y gracias.”

Y finalmente esta es la respuesta:

“OK, por mi parte.
Un saludo”.


Se han necesitado 21 días hábiles y 15 días laborales para solucionar el “problema “ de la cafetera, durante este periodo se ha inundado la oficina de Castilla y León, y los trabajadores y trabajadoras de esta oficina han tenido que esperar porque la responsable de recursos humanos en Barcelona, estaba intentado solucionar el “problema” de la cafetera.

En total se han gastado unos 47 euros. Por cierto, la cafetera se volvería estropear tres meses después y se volvió a repetir toda la situación. Actualmente la cafetera está inservible, no se ha vuelto a solicitar comprar otra. Las trabajadoras de la oficina de Galicia toman café soluble…porque el microondas aún funciona.


Del libro "Historias de una oficina. Una historia real de mobbing", Mª Teresa Vega Estrella, http://www.lulu.com/

jueves, 17 de marzo de 2011

La mejor fabada no es siempre la más ejemplar, ¿o sí?.

He leído recientemente un libro que me parece muy interesante lo leas por donde lo leas, sobre todo porque lleva a la reflexión, al análisis y a la autocrítica, y pienso que estas tres cuestiones, nos son muy útiles para evolucionar y quitarnos de encima esos momentos de prepotencias, autoritarismos, egos ficticios y chulerías injustificadas.

Dice Javier Gomá en su libro que

El análisis del estado actual de la cultura muestra un general descontento o cansancio de la vida del hombre actual, libérrimo pero sin virtud y perezoso para recorrer el camino de la eticidad, así como una posición dramáticamente debilitada de la polis, que ha perdido la potestad (inseparable de toda república rectamente constituida y llamada a permanecer) de señalar el deber del ciudadano. Este descontento moral y cultural resume las dificultades del experimento democrático y su problemática sostenibilidad en las presentes condiciones, y patentiza la necesidad de recuperación por parte de la polis, de su función educativa y, por parte del ciudadano, de un programa de aprendizaje moral y sentimental de la libertad”.(p.74, Gomá,2009).



Podemos votar, podemos asociarnos, podemos estudiar, podemos formarnos, podemos ir de vacaciones, comprarnos cosas…..etc,etc…



Pero a la vez estamos cansad@s, decepcionado@s y saturad@s de cosas cotidianas que forman parte de nuestra vida social y laboral, a nivel local, regional o nacional. Pero sobre todo de aquello que conforma nuestro entorno más inmediato. Un ejemplo:



En una pequeña localidad, se convocan un concurso de cocina a la mejor fabada.



La convocatoria es pública, con servicio de notaría para dar fe de la legalidad, la coherencia y la ética del concurso.



Las bases estrictas en cuanto a:



- Límite de edad: mayores de 18 años y menores de 55 años.

- Ingredientes obligatorios del plato: todos de la tierra y nada precocinado.

- Hora de presentación: las 12 del mediodía del día del concurso.

El jurado está compuesto por representantes sociales, políticos y culturales de la localidad.

Llega el día del concurso. Se presentan 50 vecin@s.

Los miembros del jurado degustan los platos y deliberan durante una hora, entre sonrisas, risas, tertulias y buen ambiente. Toman una decisión –siempre bajo la atenta mirada del notario- y dan por finalizado el concurso

Los tres premios se reparten entre:

1. Secundino Fernández 25 años: primer premio. (un viaje a Canarias)

2. Saturnina González 57años: segundo premio. (una motocicleta)

3. Olegario Menéndez 45 años: tercer premio. (una vaca)

Curiosamente, entre el vecindario que asiste al concurso, se oye un murmullo de frases como estas:

Ya tamos otro año más con tongo, ¿no les dará vergüenza?”.


“!Qué vergüenza!, vaya a quién dan los premios”.


“Bueno ya sabes cómo ye esto, tan tos compraos”.


“Total qué se pue esperar, esto ye lo de siempre. Otru año no vengo”


“Aquí decide siempre el mismo, esto ya se sabía, ¡vaya paripé!”


“Bueno ya sabes esto lo amaguestan entre todos”.



Conclusiones y datos ad hoc de los ganadores del concurso de cocina:

Secundino Fernández de 25 años es el marido de la hija del alcalde y ya tienen resueltas las vacaciones. La fabada se la había hecho la mujer del alcalde, su suegra,-que la llevó a eso de las 13 horas- porque el chaval, que es mecánico de coches, de normal, no cocina.



Saturnina González, que sí cocina, pero tampoco “nada del otro mundo”, se pasa de la edad, por lo que no cumpliría con las bases del concurso. Pero resulta que es la presidenta de la Asociación de mujeres locales y además necesita la motocicleta para repartir los huevos de las gallinas, porque el ponedero le coge un poco lejos del pueblo.



Y, finalmente, a Olegario Menéndez le “pillaron” comprando fabada litoral el día anterior en el súper. Pero como es ganadero, ya había hablado con el notario para que este hablara con el alcalde, porque hacía poco se le había muerto una vaca y, se iba a ahorrar un buen dinero si le tocaba la del concurso. Olegario le regala todos los años unos cuantos kilos de carne al notario.



Por finalizar, y por cerrar el círculo que comenzó con la cita de Javier Gomá, en esta “polis” se advierte el descontento y el cansancio por un hecho repetido a lo largo de los años, por parte de aquellos que debieran ser ejemplarizantes con su ética.



La ética es educativa y moralizante, cuando es íntegra y coherente -por parte de los representantes de la sociedad, de la empresa, de la política, de la educación, etc-, y transmite los valores para ejercer una ciudadanía activa y en libertad. Si no, estamos hablando de otra cosa, que yo ahora mismo no le voy a poner nombre, lo dejo a la libre disposición del lector/a.



Este ejemplo, simple y sin grandes pretensiones, seguro que nos lleva a otros que forman parte de nuestro día a día ¿o no?. ¿En qué estas pensando?



Un saludo y gracias por dedicarme parte de tu valioso tiempo.


viernes, 11 de marzo de 2011

Relato de una oficina

El termostato o la negociación.

Cuando no hay actividad en una oficina, los empleados y las empleadas se pueden entretener, por ejemplo, en bajar y subir el termostato de la nevera.




Imagínate que tienes una compañera que está empeñada en congelar los tupper para que se le conserve la comida durante todo el mes –en la oficina -, lo cual deja tu chopped y tus batidos cual cubitos.



Se lo dices y como no tiene otra cosa que hacer, pues ella sube y tú bajas –el termostato, se entiende-.



Es curioso cómo ante cualquier situación imprevista, como es la que voy a pasar a describir, se puede llegar a una situación de negociación de lo más detallada y de lo más profunda.



He dividido en cuatro etapas el conflicto que se soluciona con una negociación concienzuda y difícil.



Primera etapa: aparición del conflicto.



Un buen día Carolina llega a la oficina y como todas las mañanas se va a por los yogures que había dejado en la nevera el día anterior, junto con la margarina y la mermelada, para prepararse el desayuno.



Cuál no será su sorpresa cuando, al abrir la puerta de la nevera, encuentra totalmente solidificados la margarina, la mermelada y el yogur.



Total ¡no hay desayuno!. Además el pavo loncheado está cubito, es más le cuelgan escarchas de sus finos lomecitos, ¡vamos!, para tirar.



Así que Carolina llevada por un instinto de supervivencia –¡dejar a una persona sin desayuno es muy peligroso!- decide indagar, y levanta la tapa del congelador. Allí se encuentra con tres tupper congelados de su “compañera” Cristina.



Así que cuando llega Cristina, le comenta lo que ha pasado y la dice que ha bajado el termostato de la nevera para que no se congele todo. Cristina asiente y no dice más.



Segunda etapa: mantenimiento y radicalización del conflicto.



Al día siguiente, de los hechos que se describen en párrafos anteriores, Carolina llega como todas las mañanas dispuesta a desayunar y ¡zas!, otra vez la margarina, la mermelada, el yogur y la leche solidificadas. En ese momento Cristina no está en la oficina pero ¡sus tupper congelados sí!.



Entonces Carolina decide bajar el termostato como aviso a Cristina, puesto que ya le había comentado ayer el problema de la solidificación de los alimentos, pensando –Carolina- que había sido un despiste de Cristina.





Pero no había sido ningún despiste porque cuando al día siguiente vuelve a la nevera se encuentra el termostato a tope. Y todo, nuevamente, congelado.



A este hecho hay que unir la situación de mobbing, al que se está viendo sometida Carolina, en la oficina, por parte de sus compañeras.



Con lo cual, y como ella ya había avisado a Cristina del problema del termostato, decide bajarlo.



Y así se pasan dos meses de “Cristina sube el termostato y Carolina baja el termostato”- lo extraño es que no se haya roto-





Y llegamos así a la tercera etapa o negociación, que paso a transcribir tal cual:





Cristina: Carolina ¿has bajado el termostato de la nevera?.



Carolina: Sí claro, ya te dije hace dos meses que se me congelaba la comida.



Cristina: Ya pero es que a mi se me descongela y ya la he tenido que tirar una vez.



Carolina: Ya pero a mí se me congela y ya la he tenido que tirar dos veces.



Cristina: Pues no se, tendremos que buscar un punto intermedio .



Carolina: Pues no se tú dirás.



Cristina: A ti al cuatro, ¿cómo te viene?.



Carolina: Pues no muy bien la verdad.



Cristina: ¿Y al tres y medio?, o ¿al tres?, ¿te aguantaría?. Lo que pasa que no se si a mi me vendrá bien.



Carolina: Bueno mira, lo dejamos al tres o tres y medio, desde por la mañana hasta que yo coma, luego te lo subo al cuatro. Y si algún día, tengo que sacar la comida de la nevera para que coja temperatura ambiente, lo dejas al cuatro ¿vale?.



Cristina: Vale.



Pues ya está solucionado!, ¡ya podemos comer todas!



Cuarta etapa o conclusiones.





A la salida de trabajo Cristina Le dice a Carolina: Muchas gracias Carolina, te estoy muy agradecida.



A lo que Carolina le responde a Cristina: vamos a ver Cristina, hace dos meses cuando te dije lo del termostato, ¿porque no dijiste nada?, di por hecho que aceptabas la propuesta.





Cristina: sí, pero es que pensé que me iba a aguantar a comida y luego al dos y medio se me estropeó y la tuve que tirar.



Carolina: y ¿por qué no me lo dijiste?.



Cristina: no se.



¡Vale!, y entonces nos pasamos dos meses sube y baja el termostato hasta que nos decimos a entrar en la etapa negociadora.





Esto que es una simple anécdota, pero tan verídica como increíble, nos define la facilidad que tenemos en algunas ocasiones para complicarnos la vida con minucias y el desgaste de tiempo y energía que utilizamos para solucionarlo. Ni que decir tiene el desgaste intelectual que ha supuesto todo el asunto.




Del Libro "Historias de una oficina. Una Historia real de moobing", Mª Teresa Vega Estrella, http://www.lulu.com/

jueves, 3 de marzo de 2011

Tortos, picadillo y callos caseros

En Fontecha, un lugar privilegiado y que sólo unas pocas personas conocemos, puedes degustar platos típicos del Oriente Asturiano: tortos de maíz, callos y picadillo. Angelines es una cocinera estupenda que cada vez que vamos a comer, a beber sidra o a tomar un café ( de pota, al estilo de toda la vida) siempre te recibe con una sonrisa y Miguel, su marido, nos trata fenomenalmente ( y esta palabra, no se si me la acabo de inventar).



En resumen se come, se bebe y se hace tertulia, al ritmo perfecto que marca esa sensación tan agradable que da la buena gastronomía.


Desde este trozo de Asturias nos alegramos la vista con tres Concejos el de Piloña, el de Parres y el de Ponga, y al fondo como si de un cuadro de otra época se tratase: Los Picos de Europa.




Siempre que subo a Fontecha desde LLerandi siento algo especial, es como  si se parase el  tiempo, como si estuviese en otra época y como si todo lo vivido a lo largo de la semana, ya fuese un tiempo muy pasado. Aquí siempre se cargan las pilas y nos llevamos en la mochila muy buenas sensaciones.





 
Un sitio para visitar, para disfrutar, para compartir y para enseñar.

Ya os iré contando y enseñando más cosas.......