viernes, 25 de marzo de 2011

El mundo laboral, ¿ejemplar?.

“Los mecanismos procedimentales e institucionales no bastan para equilibrar los intereses de cada uno es necesario cierto grado de virtud cívica y de espíritu público. Sin ellos, las democracias son difíciles de gobernar e incluso inestables”. (Javier Gomá.p.137)

Siete y media de la mañana a 110 Km por hora, por la autopista Oviedo-Gijón, un radar, yo, y otros diez coches más, a la velocidad de crucero permitida.

¡Fíjate que civismo me dije!, ¡cómo ha cambiado la cosas en los últimos tiempos, atrás quedaron esos aprendices a Fitipaldi!….pues en éstas iba yo cuando, ZAS!!. Dos obuses en forma de Clio y Audi TT despeinan a mi Jimmy (o sea, a mi coche).

Les sigo en la distancia…..en la muy distancia…y a la altura del puente de Aceralia, reducen, retoman la velocidad de crucero a 110 Km por hora….y, al poco de pasar el puente, ¡ahí van otra vez, cual ráfagas de la Capa de Superman!. Toma civismo!! Me dije.

Para rematar mi paseo autopístico (creo que me acabo de inventar esta palabra), el despistao o la depistá de turno de todas las mañanas, que pasa a 112 Km por hora y la flasean (o sea, le hace una foto el radar) . Como diría un cantante famoso INCREIBLE!!.

Yo a lo mío, porque entre otras cosas, mi coche no da más, y ya tiene una edad…,.

Arribamos a Gijón (mi Jimny y yo). Tardo más en cruzar la ciudad que en hacer Oviedo-Benavente (ya sé que esto es una exageración, pero es que me apetecía el símil, y de paso dar un saludo a la gente de Benavente. Y además, hoy tengo el día caprichoso….!qué le vamos a hacer!).

Aparco mi coche rápidamente. A las 8 de la mañana, sí hay sitio en el centro de la ciudad. Me dirijo a mi oficina.

Da gusto Gijón en primavera, la playa preciosa.

Abro la puerta de mi oficina, ficho en el reloj de marcaje. Me voy a mi habitáculo, enciendo el ordenador. Cojo mi botella de agua y echo una ojeadita al cantábrico, nos damos los buenos días (el Cantábrico y yo,…todo muy visual…).

La sensación: relajada y contenta, ambiente Zen a tope. De repente! una de mis ¿compañeras?, abre la puerta de la oficina coge su tarjeta de marcaje y piiii…, coge otra tarjeta de marcaje y piiiiiiiii… y coge una última tarjeta de marcaje y piiiiiiiii…

Registro tres sonidos piiiiiiii…, pero sólo veo una piiiiii…. Esta es la sintonía en Piii mayor para Ausentes….pura magia!!!.

Esto cuando lo cuentas te dicen:

Es que es lo normal, y tú por qué no haces lo mismo, más tonta eres.”

“Pero y de qué te extrañas, y yo no lo hago porque no puedo.”

“Anda, ahora ésta con qué viene, pues claro eso lo hace todo el mundo.”

“Y mira a ver lo que cuentas…porque al final la mala vas a ser tú”.

“Pero a ver, y ¿a quién le importa esa oficina?, ¡qué más da!”

Pues vale! si es lo normal, si lo hace todo el mundo, !CARAJO!. Quitemos los relojes de marcaje, quitemos las faltas graves por estas cosas de los convenios…pero entonces, ¿qué doble moral tenemos?.

Bueno, como ya no me enfado desde hace unos años, yo a lo mío.

A eso de media mañana me voy a hacer unas gestiones a una Administración pública. Por el camino, tengo la mala suerte de que una gaviota decide que mi chaqueta está demasiado limpia y es demasiado triste, así que me la decora con un blanco en degradé y con efecto chorrera. Pues nada, qué le vamos a hacer, eso en una urbe al uso llena de contaminación seguro que no pasa, son las cosas de trabajar en una ciudad tan chula como Gijón. No se puede tener todo.

Total, me voy al baño del edificio público o Administración ( ¡a ver si todavía la voy a liar!), para el tema de la chaqueta. Allí me encuentro fumando a tres personas. Yo a lo mío, o lo que es lo mismo a enguarrar más la chaqueta, si cabe.

A medio camino, de vuelta a la oficina, me encuentro con el representante de una Asociación que colabora con mi empresa, y me pide le acompañe un momento a su despacho que me tiene que dar unos documentos. Mientras espero se enciende un puro. Se lo fuma cual bubucela arrítmica con arandelitas espirituales que se reparten por el despacho (o lo que es lo mismo, aunque suene menos poético, hace pompas con el humo que me explotan en la cara y encima hay que sonreir…).
Es evidente que tenemos unas leyes, unas normas, que en general respetamos.Pero también existe una tendencia al desacato, a la desobediencia, al “voy a hacerlo ya verás cómo no me pillan”, o “ahora que no miran me salto la norma”. Y en estos devaneos con lo correcto y lo incorrecto, nos jugamos nuestra virtud cívica y nuestro espíritu público se tambalea.

Pero claro, también oímos cosas como:

“Total, por qué voy a cumplir yo si los que lo tienen que hacer no lo hacen. Esos son los que tienen que dar ejemplo, los políticos”.

“Si esto es lo de siempre, siempre pillan a los pringaos, porque el que tiene dinero se salta las normas y ya se lo solucionarán sus abogados. O si no, paga y punto”.

“Qué más da un cigarrín, ¿Qué te vas a chivar tú?.

“etc, etc”.

Y probablemente tenga razón Javier Gomá cuando escribe: “Hubo un momento en que al parecer, escasearon las mores y se fundaron nuevos Estados basados en constituciones y leyes escritas. En cierto sentido, la Ley fue el ardid que encontró la historia para remediar la ausencia de héroes ejemplares y de costumbres civilizadoras”.(p.153)

Quizás seguimos necesitando Héroes ejemplares, personas en las que mirarnos y en las que reconocernos, que reflejen conductas y costumbres, coherencia. Quizás ahora al mirarnos en algunos que se quieren hacer pasar por héroes, no veamos ni el reflejo.

Y, nosotros, tan cotidianos y tan del día a día, engañamos al radar, fumamos en sitios públicos y fichamos un@s por otr@s. Es nuestra forma de rebelarnos o la forma que tienen algunas personas de hacerlo, y ante las que otras reaccionamos, aunque no se nos comprenda ni se nos apoye. De momento.

Quieren que veamos en la corrupción heroicidad, en la mentira orden, en la calumnia solidaridad y en la manipulación libertad de expresión.

O quizás es que los héroes ejemplares están más cerca de lo que pensamos, pero es tal nuestra ofuscación que no los distinguimos……..



No hay comentarios:

Publicar un comentario